¿Como Podemos agradar a Dios?
- Dia 09 _ Rick Warren _ Una Vida con Proposito
- 4 ago 2015
- 2 Min. de lectura

Que el SEÑOR te sonría...
Números 6:25 (BAD)
Sonríe sobre mí como tu siervo; enséñame tu camino para vivir.
Salmos 119:135 (PAR)
Ya que agradar a Dios es el principal propósito de nuestra vida, la tarea más importante que tenemos es descubrir cómo hacerlo con exactitud. La Biblia indica que descubramos “lo que agrada al Señor para hacerlo”. Es una dicha que la Biblia nos presente un ejemplo claro de una vida que agradó a Dios. El hombre se llamaba Noé.
En su época, el mundo en su totalidad se hallaba en bancarrota moral. Todos vivían procurando su propio placer en lugar de complacer a Dios. Dios no encontró a nadie en la tierra interesado en agradarlo; estaba afligido y hasta le pesó haber hecho al ser humano. Estaba tan disgustado con la raza humana que consideró borrarla de la tierra. Sin embargo, hubo un hombre que lo hizo sonreír. La Biblia dice que: “Noé era del agrado del Señor”.
Dios dijo: “Este individuo me agrada. Me hace sonreír. Voy a comenzar de nuevo con su familia”. Tú y yo hoy estamos vivos porque Noé contó con el favor de Dios. Del estudio de su vida aprendemos los cinco actos de adoración que hacen sonreír a Dios.
Dios se agrada
cuando lo amamos por encima de todo. Noé amó a Dios más que a nada en el mundo, incluso cuando nadie más lo amaba! La Escritura afirma que “durante toda su vida Noé cumplió fielmente la voluntad de Dios y disfrutó una estrecha relación con Dios”.
Lo que Dios más desea contigo es tener una relación de amor. La verdad más asombrosa del universo es que nuestro Creador quiere estar en comunión con nosotros. Dios nos creó para amarnos, y anhela que nosotros también lo amenos. Él dice: “Porque más me deleito en la lealtad que en el sacrificio, y más en el conocimiento de Dios que en los holocaustos”.
¿Sientes palpitar la pasión de Dios en este versículo? Él le ama de todo corazón y desea, en reciprocidad que tú también lo ames. Como el anhelo de Dios es que lo conozcamos y que pasemos tiempo con Él, aprender a amarlo y ser amado por Él debería ser el mayor objetivo de nuestra vida. No hay ninguna otra cosa que tenga tanta importancia. Jesús lo llamó el mandamiento más importante. Dijo:
“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente... Éste es el primero y el más importante de los mandamientos”
Comentarios